El día había sido intenso, todo desde Tusayan (Arizona) alrededor del Gran Cañón; ruta por el borde sur, paseo en helicóptero (sí, 🤯) y ahora sólo queríamos ver el atardecer en algún lugar especial, dentro de lo especial que es la majestuosidad del Gran Cañón. Fue la Mayor del pueblo, Clarinda Vail, nacida y criada en este pequeño pueblito con sólo 500 residentes pero más de 6 millones de visitantes al año... sí 500/6,000,000, quien nos dio el tip: Mather Point.
Cerca de un estacionamiento –íbamos muy justos de tiempo– y una ventaja que compartía con miradores mucho más lejanos: había línea de visión perfecta hacia la puesta, el oeste, y... hacia el este por adentro del cañón. Es decir: veíamos perfecto cómo el sol ilumina la vastedad de este espectacular lugar.
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